Cuando un amor se va...

Escucho las notas del clásico “Cuando un amigo se va” de Alberto Cortés, canción obligada en todas las partidas de este plano existencial. Tan típica como “Viejo mi querido viejo” de Danny Rivera o la de Rocío Jurado “Algo se me fue contigo” deprimente verdad? Pero hoy no estoy de DJ, hoy solo estoy física y emocionalmente desgastada por la partida.

Nunca imagine el vacío tan profundo que deja la ida a destiempo de un gran amor. Lo peor de todo es cuando este se va sin avisarte, sin tan siquiera darte señales, aunque sean de humo. Aunque pensándolo mejor, quizás sí me las envió, solo que no las interpreté como debía.

Confieso que lo amaba, si…lo amaba. Pero era ese amor limpio, puro, que viene del sentirse a gusto y confiada. Ese sentimiento que nace de la seguridad que te brinda el verse bien y sentirse segura de si misma; como que el mundo puede detenerse y no importa porque estas con el y te entra esa fuerza de que todo lo puedes hacer porque estás bien representada, luces bien y que todo está en su lugar como debe ser.

Se fue, y la egoísta que vive en mi no lo quería dejar ir, a sabiendas de que estaría en mejores manos, otras manos que podrían aprovechar como yo, todo lo que hizo por mí.

Si digo que no me dio tristeza, miento, porque lloré por dentro el saber que el no estaría más en mi vida. No me pude quedar con una versión mejorada de él, y lo lamenté tanto. Trato de buscar consuelo diciéndome a mi misma que aparecerá otro que ocupe su lugar, pero NO! Como el no habrá otro y punto! Porque aún recuerdo las miradas que se posaban en mí cuando andaba con el, miradas de envidia, celos, lujuria, deseo… bueno, quien sabe, pero de que me veía bien, si señor…me veía muy bien! Siempre logró sacar lo mejor de mi y hacerme ver y sentirme bella, y a que mujer no le gusta eso?!

Hoy, pido un minuto de silencio por el… mis JEANS GAP!